martes, 8 de mayo de 2012

La espada y la pared

Esta inconsciencia consciente de su mente muerta. Algo de gozo, algo de pudor, luego el hedor y finalmente el estupor. Música, música, fuerte en sus oídos. Aislándolo de su mundo podrido y repugnante y cada vez mas avasallador. Luego más estupor.

El lucha contra todo y libra una batalla contra la nada, contra  lo que lo enfurece y puede describir. Se muerde las uñas, los labios y los dedos. Está lleno de rabia. Aquella rabia que lo hace ser, y lo hace desvanecer. Esta iba a ser una nota brillante y apta para la familia y llena de lo que llaman felicidad, aquel invento falso que nos imaginamos para que la vida valga un poco la pena.

Somos buenos inventores, pero él se ha sumido en el margen de error de este invento. Esa máquina que te dice que debes ser feliz pero nada funciona. Él se retuerce de la furia rompiéndose los dedos con el impacto de su puño contra la pared.

En la rabia el es, es la rabia lo que lo motiva. Es triste, el quiere que piensen que es valiente al enfrentar al mundo que lo tiene contra la pared de un cuarto que el mismo ha forjado y construido y que ahora es mas indestructible que nunca. El sabe que es triste, y le da aún mas rabia.

Pobre de él. Cree que ha logrado algo y luego sale una chispa y se le va todo al carajo.

Pobre bastardo sin talento.

Pobre idiota sin remedio, soberbio y estúpido. Egoísta. Derrotista? Si. Pobre él que la naturaleza decidió darle algo que ya no se usa en estos días. Una cabeza que puede medianamente pensar. Es precisamente en este planeta asqueroso en el que la naturaleza ha decidido terminarlo por selección natural. Y él que admiraba a Darwin por su talento.

Pobre. No es el mas apto. Mendigando una atención que parece abundante y en realidad es mas escasa que  su misma cordura. Darwin no tiene la culpa de que él se vaya a extinguir. ¿Por qué se va extinguir?
Una razón:
No cumple con los estándares adecuados de estética de la época.

Pobre de él

Podrá ser el ser más amable del planeta, y le será contraproducente. Tratará de imitar a los que nunca les viene escasa la atención y le escupirá en la cara. Tratará tantas cosas para ir en contra de la corriente que lo quiere hacer su perra y se perderá a sí mismo, y luego, en la búsqueda de sí mismo todos los tiros que haga... bueno, el dicho se sabe.

Y al final, el único consuelo que le queda es el tal vez. No podrá vivir sin hacer más que tener rabia y celos de todo lo que le rodea. En fin.

El les desea algo a todos, porque dentro de su rabia y sus celos, el no desea el mal. Ojalá que los próximos seres humanos nazcan todos cumpliendo la definición de arriba; que si es por selección natural o por alguna intervención divina, ojalá cumplan con esos estándares de estética.

Les ahorrará problemas a la ligera...