Es injusto tener que tragarse todo como una píldora amarga. Al principio piensas que es normal, pero poco a poco el cuerpo se llena. Detesto hablar de sociedad y de mis problemas, es como escupir a la cara a los que si tienen problemas serios como, tal vez, no saber si el día de mañana podrán darle de comer a sus hijos...
Tengo un techo, comida, educación, ambos padres y dos gatos, y aquí estoy escribiendo estupideces, puras sandeces, pura mierda. Me interesa tanto el mundo que no puedo encontrar paz ni en mi propio desahogo porque me parece patético.
Soy patético.
Soy una persona estúpida, patética y egoísta. Ojalá no me interesara si leen este blog o no, pero si me interesa, y es más patético aún cuando reviso cuantas visitas tengo esperando ver que el numero crezca unos míseros dígitos. Si se supone que escribo para descargarme y no para llamar la atención, pero en realidad espero en mi patetismo que alguna persona se compadezca de un pobre fracasado.
Pero con una visita diaria de algún ruso buscando pornografía, dudo mucho que encuentre consuelo, lo que hace de este texto y este blog una labor inútil en sí. Entonces como quiero atención soy patético, egoísta y envidioso, además de ser un inútil bueno para nada. Ojalá supiese como obtener atención sin ser patético, pero solo el hecho de decir esto ya hace mis esfuerzos inútiles.
Toda mi vida he visto que los que obtienen atención les llega por arte de magia. Pareciese que no se esforzasen, se ve tan natural... Y todo lo que hago es llorar porque veo que todos han tenido atención excepto yo, y creo que tengo derecho a un poco, el hecho de pedir atención es el agravante de mi torpeza.
Me suicidaría para obtener un poco más, pero no tengo las guevas, además soy tan egocéntrico que me molestaría no poder ver el resultado de mi acto final de patetismo. Me resigno a vivir como un perro lastimero y callejero, mendigando un abrazo de vez en cuando y fumando de vez en cuando porque me hace sentir interesante.
lunes, 4 de junio de 2012
sábado, 2 de junio de 2012
Transfusión
Me encuentro inmerso en la densidad del ambiente. Una bruma gaseosa e inflamable que suelo llamar vida social. Es esa densidad tóxica la que me provoca una náusea asquerosa.
Pudor y decadencia. Me pudo el pudor, pulula en el ambiente y causa los estragos del chisme y el dolor, siempre ha podido más la decadencia, la tristeza y el mundo imaginario.
Me pregunto qué se encuentra mal con el mundo para que todos tengamos que imaginarnos uno mejor cada momento en el que no nos encontramos haciendo algo idiota. La vida es un anti-psicótico, el litio que causa un estupor agridulce en la fibra de la existencia misma.
Preocupados por nimiedades simplemente nos acercamos todos a nuestra muerte que no vale ni un centavo. Ni los centavos valen. Soy un hipócrita. Me preocupa el último chisme, noticia o lo que sea que me permita olvidarme del estupor que me genera una existencia vacía que no lo es. ¿o si?
No concuerdo con nadie. Nadie lo hace, son solo las ilusiones del entremés altivo que es la interacción. Sea cual sea, el tipo que llama a venderte un seguro que ni él mismo compraría. Oh patriarca de la estupidez y la ceguera. Que seamos todos ciegos, quiero escuchar y no ver, a ver si puedo dejar de engañar y engañarme.
Pudor y decadencia. Me pudo el pudor, pulula en el ambiente y causa los estragos del chisme y el dolor, siempre ha podido más la decadencia, la tristeza y el mundo imaginario.
Me pregunto qué se encuentra mal con el mundo para que todos tengamos que imaginarnos uno mejor cada momento en el que no nos encontramos haciendo algo idiota. La vida es un anti-psicótico, el litio que causa un estupor agridulce en la fibra de la existencia misma.
Preocupados por nimiedades simplemente nos acercamos todos a nuestra muerte que no vale ni un centavo. Ni los centavos valen. Soy un hipócrita. Me preocupa el último chisme, noticia o lo que sea que me permita olvidarme del estupor que me genera una existencia vacía que no lo es. ¿o si?
No concuerdo con nadie. Nadie lo hace, son solo las ilusiones del entremés altivo que es la interacción. Sea cual sea, el tipo que llama a venderte un seguro que ni él mismo compraría. Oh patriarca de la estupidez y la ceguera. Que seamos todos ciegos, quiero escuchar y no ver, a ver si puedo dejar de engañar y engañarme.
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