Me he cambiado de colegio. Es una frase muy simple, pero lo que entraña es mas profundo, terriblemente profundo. Un colegio es un entorno social entero, nada se escapa de oidas de todos y preconceptos de muchos.
He de decir que me ha traido placer intelectual el hecho de saber que ahora el grupo de personas que comparten y entienden lo que pienso y digo, asi sea basura, ha incrementado. Ya no son cuatro personas sino que pasan de la cuenta de los dedos de mis manos.
Con esto no quiero decir que derrepente estoy lleno de gente buena, sino gente con ese potencial de no ser parte del montón.
Pero a todo esto viene que esta información la poseo porque estas personas me han prestado mucha atención. Y cuando digo mucha, me refiero a que se ha multiplicado por diez en cuanto a lo que solía obtener.
Con esto viene otra realización, soy algo que siempre odié, soy uno de esos populares que la atención les viene como magia. Aún mas confuso es que no sé que he hecho para merecerlo.
Solo se que es intoxicante. Tengo miedo de mi propio ego y codicia. Miedo de que me pueda dominar.
Realmente no quiero herir a nadie ni mucho menos opacar, como me ha sucedido a mi toda la vida. La atención distrae, ahora lo comprendo con evidencia de primera mano. Nunca me he distanciado tanto de mis pensamientos como en las últimas tres semanas y media. Eso tambien me asusta.
No quiero perderme entre este estado social al que tan poco acostumbrado estoy. No me gusta, me llena de miedo. No sé que le veia de genial pero ya no lo parece tanto. Estaré loco?
Creo que si. He de tomar el riesgo, pero no se si me vaya a gustar. Escribo estas palabras para por si acaso sucede algo, poderme acordar de mi antiguo yo. O que alguien mas me lo recuerde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario