viernes, 13 de julio de 2012

Pesa

Pesa. Pesa ya el mugre sobre mis ojos, mi cabeza y mi rostro. Esperando inmóvil, esperando lo desconocido como si de un acto circense se tratase. No sé si estoy solo, aunque es muy probable, pues estoy ya ciego y no veo a mi alrededor.

Ah, la ceguera que tengo no está en mis ojos, es un método de mi mente para creer que todo es mejor. Pero no podría quedarme ciegosordomudo, no lo toleraría, es más, mi único argumento en defensa de mi ceguera es el zorro del principito. Si alguien sabe de que frase hablo, así no me lo comunique, me sentiré feliz.

Aqui sentado hasta el final, esperando que la vida suceda, enciendo un cigarrillo. El humo negro y tóxico inunda mis pulmones y sucede que pienso. Más de lo que es cómodo para un ser mortal como yo y de mis características. Soy mas viejo de lo que parezco, pero no tanto como me siento. Me siento el rey de la nada y una sensación de orgullo infundado me invade y me complace.

Como si fuese posible que el as de la moral lo tuviese yo bajo mi manga. Entonces llegan a mi ideas de hipocresía y nihilismo, la primera como fuente de todo mal y la segunda como comportamiento extrínseco de todo lo que vive.

Sí, me creo superior, pero también sé que esa idea es infundada. Ese doble estándar me enfurece de gran manera. No lo tolero, y la unica forma de lidiarlo es ignorándolo, pero se que puedo cada vez menos, y pesa, cada vez mas.



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