Sigo vivo, la vida es bella, mis gatos maúllan y no estoy en conflicto con mi existencia, ya no miento (al menos no tanto), mis notas son malas, me da pereza todo pero soy consciente de mi inteligencia (no es que sea la gran cosa, pero me hace sentir cómodo) no voy a fiestas, y leo mucho y me paso los ratos libres pensando, como todo romancista, en todo lo que pudo haber sido y no fue. A veces la ventana me invita a adentrarme en el vacío de cinco pisos entre ella y el suelo, pero lo ignoro, me imagino a veces cómo se debe sentir el viento en la cara, y el miedo a morir, mi muerte sería segura, y al morir, no podría recordar el momento, así que ya no le veo la gracia.
A veces me entristece la soledad, pero entonces, a quién no? Hasta mis palabras secas se sienten solas en este sitio, cuya existencia solo conocen una o dos personas, he visto un aviso "en la pos-modernidad uno busca el amor... y encuentra el vacío" en este momento, siento el vacío en mi cuerpo, como en caída libre, y sin embargo lo único que me trae, es la adrenalina de la caída, y sin embargo, siento ganas de tocar el suelo
con toda la fuerza, a veces me estrello con tanta fuerza que el suelo se rompe y vuelvo a caer, la esperanza es que el próximo suelo no colapse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario